Reflexiones en la jornada de reflexión…

Estos días estamos asistiendo a una serie de acontecimientos que probablemente cambien, si no lo han cambiado ya, el panorama mediático y político en nuestro país.

La pregunta del sentido que tiene una «jornada de reflexión» en el marco de la revolución que ha supuesto la inmediatez de Twitter (sobre todo) en la difusión de información y conocimiento queda en un segundo plano ante la constatación de la realidad que hemos encontrado en las calles de nuestras ciudades estos días.

Lo que empezó como cuatro tiendas de campaña en la Plaza del Sol de Madrid se ha extendido con una viralidad que ha dejado boquiabierta a toda la sociedad. Personas de todas las edades, clases y condiciones, ciudadanos (no «internautas» como sueltan algunos con desprecio) muy hartos de una democracia que sólo cuenta con nosotros cada vez que hay una cita con las urnas. La estremecedora llamada de un ciudadano al programa de Luis del Olmo resume a la perfección este hartazgo y esta desesperación.

#acampadasol, #acampadasevilla, #acampadabcn, #acampadacdb y tantas y tantas otras… han demostrado un civismo y una capacidad de organización que desborda los anacrónicos planteamientos de quienes no entienden que las jerarquías piramidales no funcionan cuando se trata de remar juntos en la misma dirección.

Emociona ver el esfuerzo anónimo de cientos de miles de personas por unir su voz en un grito alto y claro: #democraciarealya #spanishrevolution #nonosvamos… los lemas han sido y serán muchos. La realidad una sola: se necesita un cambio cuanto antes.

El tiempo dirá si el llamado movimiento #15M consigue que la clase política de nuestro país aprenda que el pueblo no va a seguir tragando con sus corruptelas y desmanes, que sólo buscan su propio beneficio y no el común. Pero de momento creo que podemos sentirnos orgullosos de estar viviendo un momento histórico.

Más información:

Los virales de la #spanishrevolution y (2)

Lo que había ayer en la Encarnación

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